miércoles, 28 de febrero de 2018

El trance de la meditación intuitiva.




El trance de la meditación intuitiva


No hay que ser un/a gran maestr@ para percibir cuando un@ se encuentra o no conectad@ consigo mism@, y si la realidad de su entorno puede con nuestro centro impidiendo encontrar esa serenidad bajo la lluvia.


Es posible que buscar ese yoga de la figura perfecta y la respiración adecuada pueda llevarnos a un estado de paz que nos venden tan retratadamente como la panacea a todos nuestras disfunciones, desde luego es un gran paso para todo aquell@s que nunca hicieron un hueco en sus vidas para trabajar con sus cuerpos y entablar relación una intima con sus mentes. 
Hoy en día es fácil buscar el sendero de la evasión constante y andar despistad@s al margen de lo que dentro de nosotros ocurre.








... existen tantas distracciones tan suculentas para hacer de nosotr@s est@s autómatas tan eficientes ...
(Zoca)






Ser la madre o el padre, incluso el hijo, la ejecutiva, el cordial, el... la... los... tantas etiquetas para limitar nuestras verdaderas posibilidades que nos alejan del verdadero personaje... YO, consciente...

Que ególatra ser yo mism@,

de verdad como puedo pensar en mi habiendo tant@s otr@s que necesitan de que yo piense en ell@s...
 y solo ell@s...


Llegando a este punto no voy a hablar de lo que otros opinan de la meditación y lo que estrictamente tenemos que buscar o encontrar con ello, por ello hablare de mi propia experiencia al encuentro con esa energía que habita en mi, pues esto se trata de lo que cada uno podamos sentir, exactamente en uno mismo y de lo que seamos capaces de encontrar.


Desde pequeño sabia que mis sensaciones de la realidad estaban alejadas de lo que el resto de niños podían sentir: Mis padres me decían que tenia una sensibilidad especial, el patriarcado que era demasiado sensible un nenaza y que así se me iban a comer, las mujeres que no era muy varonil no cumpliendo con el estereotipo de la época, que siempre estaba en las nubes y no me centraba decían mis profesores... etc...




... Con el tiempo si uno tiene suerte puede retomar las riendas e identificarse con uno mismo y no intentar encajar en una de las etiquetas que nos ponen, para afianzar sus círculos de confort ... (zoca)



Es ahora a mis 40 años cuando estoy recapacitando y observando todo lo sucedido sin una nostalgia, ni enfado ni estigma que me pueda desviar de la verdadera sensación que habita en mi y voy redescubriendo. Estaba tan conectado a mi ser y a este mundo que me dolían las sensaciones porque no las sabia dosificar todavía, no tenia las herramientas necesarias para absorber tales sucesos sin que estos me dejaran huella así que me protegía intentando ser una autómata mas de aquellos que veía.


Ahora que estoy todavia aprendiendo me redescubro y comprendo que intuitivamente estaba meditando con mi conciencia. Meditaba escribiendo poesía, nadando en la piscina, patinando largas horas, tumbado en mi cama, en medio de un gran tumulto en la ciudad, en mitad de una clase, con conversaciones que nada me aportaban...



... Es tu mundo interior un refugio donde habita la luz que necesitamos recargar para iluminar las penumbras de la realidad... (zoca)



Estas pensando en las musarañas, es que no te centras, no vas a ser nada en la vida, no vales para trabajar... Continuos mantras que hicieron de mi vida un calvario de metas a conseguir para demostrar que yo podía estar a la altura de las expectativas que esta sociedad tenia sobre mi.


Si todo esto no te suena extraño y te parece una repetición en ti, es porque yo no era tan diferente entonces y es algo que ocurre mas a menudo de lo que pensamos para que las personas que partimos con esa capacidad innata para estar conectados a este mundo natural, dejemos de estarlo.


Es pues que esa meditación intuitiva es innata en nosotros desde que nacemos.
El yoga, la danza, los mantras, gyrotonic... etc... nos ayudan a reconectar con esa parte de nosotros que nadie nos enseño a valorar y que cuando pasa la vida echamos en falta, añorandolo porque en realidad siempre estuvo ahí y nos lo amputaron como una enfermedad, como un miembro mal formado.








 ...Así pasamos esta vida cojeando en nuestro corazón sin saber porque no podemos caminar el sendero para volver a encontrarnos...(zoca)





No hablo de misticismo y no hablo de un Dios y no Creo en muchas cosas que no haya podido experimentar en mi, pues todo esta reflexión conlleva mucho tiempo de pedradas y paradas de la corriente de la vida impuesta, separarme de amistades y hábitos que adquirí relleno un hueco que tan solo se puede llenar si haces esta meditación interna y buscas ese apéndice que un día te sacaron.


Es por ello y por todo lo que voy conociendo a través de técnicas como: el Gong, el Gyrotonic, la Danza, el canto, la poesía, los fosfenos, el amor... Alcanzo el trance con el que poder reconstruir ese maravilloso presente que la vida trajo para mi.


Cada uno puede encontrar a través de diferentes técnicas lo que un día tuvo en si. No hace falta una formula concreta ni una posición perfecta, el trance puede venir en movimiento mientras corres, o cuando te encuentras cocinando, o cuando haces el amor en el punto álgido del éxtasis, un día paseando, o mirando al atardecer, o callendo la lluvia o incluso quizás viendo arder una hoguera.








... Es esa conexión interna en la que desapareces para el mundo y apareces en esa dimensión en la que no hace falta comprender nada ... (zoca)






No te frenes ante esas sensaciones que quizás ayas podido identificarte pensando que en los agentes externos que te rodean, pues es ahí donde nace la esencia que podrá completarte.

Gracias por leernos si llegaste aquí. Esto no es para nosotros pues es parte de lo que ya aprendimos, es una píldora concebida por muchos años de trabajo propios para generar otra vibración en la tierra hay que dejar de repetir patrones y la información debe de saberse, puede que con nosotros Gong Connection puedas encontrar ese camino o quizás desde otro sitio pero por favor no desistas en ti.







lunes, 26 de febrero de 2018

Gong y Fosfenoterapia

Usando la lámpara del Dr. Lefebure metod® con un 98% de luz solar (radiación) conseguimos preparar la mente y activar nuestra glándula pineal para realizar una visualización de nuestra luz interior a través de la vibración del Gong. 



Dos elementos que se combinan y potencian perfectamente.



Adriana y Gong Connection








Fotos con mi Gran Compañera de Experiencia.
Luci gestora y terapeuta del espacio.














El la pequeña introducción para dejar que la vibración juegue con el fosfeno.








Visualizando el fosfeno antes de la sesión.





Una luz que conecta.

La luz es vibración y el gong trabaja con la vibración no es de extrañar que ambas cosas puedan funcionar juntas. 

viernes, 2 de febrero de 2018

El Baño de Gong.

Relato:


¿Cómo es un Baño de Gong? 


     Llegamos a la dirección indicada y parados frente a la puerta encontramos un tirador colgando de una campanilla, al agitarlo, la campanilla suena con unos contundentes: "tin tannnggg” que se prolongan hasta que al poco tiempo la puerta se abre. De repente, desde el interior de la casa nos aborda el olor de una agradable esencia acariciando nuestros sentidos. Tras la puerta una mujer vestida con una holgada túnica, porta unos bellos atuendos que gracilmente la cubren el pelo y regalándonos su preciosa sonrisa recibe nuestra llegada, permitiéndonos el paso a una tranquila y cálida estancia. Esta estancia es como un recibidor lo suficientemente grande para descalzarse mientras la mujer nos ofrece amablemente unas cómodas zapatillas para andar por la casa. 


   Otra puerta en la misma estancia nos adentra a una espaciosa sala iluminada con una luz tenue originada por algunas velas y lamparas de sal distribuidas por un suelo de madera, alternando con alfombras coloridas que arropan de un modo muy hogareño el espacio. En el medio de la sala unos bastidores con ruedas soportan preciosos Gongs de diferentes tamaños y alrededor de los mismos, varias colchonetas están distribuidas con una mantita enrolladas a sus pies que en apariencia deben de ser muy confortables. En uno de los extremos de la sala hay una mesa redonda y sobre ella una jarra de agua calentada por velas para que cada uno pueda hacerse un té al gusto que un@ quiera, todo esto acompañado por una cajita de pastas dispuesta a endulzar el momento sentados en cómodos pufs.
No muy lejos de los Gongs hay una especie de altar con una gama de instrumentos poco convencionales iluminados por una pequeña lampara oscilante. Un hombre vestido de blanco y barba bien cuidada nos invita a tocarlos e incluso intentar sacarles sonido. Como si de un pequeño taller se tratara nos explica su procedencia, capacidades y utilidad que tiene en el ritual sonoro que vamos a recibir. 

   Después de un rato de distensión y conocernos un poco entre las personas que allí nos encontramos, llego el momento en que cada uno busca un espacio en el que acomodarse para comenzar el viaje sensorial de experiencias vibracionales en el que cada uno irá a embarcarse.

   El hombre de blanco con decisión levanta una de las conchas al aire haciéndola retumbar con fuerza hacia los cuatro puntos cardinales.
Las luces comienzan a acomodarse mas tenues e incluso empiezan a variar sus colores pasando por los diversas tonalidades de los chacras, hasta situarse en el color adecuado para el trabajo de la sesión a la que esta dedicado el baño de Gong. Las fragancias olorosas comienzan a variar con este mismo sentido, mientras sobre el techo aparece lentamente una proyección de imágenes orgánicas diseñadas y preparadas para tal ocasión, ayudando a transformar el ambiente en algo homogéneo desde donde comenzar a fluir con la propuesta que el Gong tiene prevista para transformarnos.

   La mujer con voz cálida comienza a contar una breve historia con unos toques de misticismo y poesía, exponiendo lo que allí va a suceder.  Continuando seguimos con unos sencillos ejercicios de respiración para conectar con el presente de nuestro cuerpo y poco a poco acompañados por el ritmo de un tambor chamico conseguimos silenciar nuestra mente de su ruido interno . 
Antes de sumergirnos en el Gong, la mujer nos invita a visualizar una lampara de luz fosfénica para profundizar en nosotros mismos. Durante 30 segundos en los que apenas parecía suceder nada nos indica cerrar los ojos, es entonces cuando una explosión de colores jamas observados con tal intensidad me invaden, como nos explica es el resultado de nuestra propia luz interna.


 La propuesta sonora comienza en pleno auge del estallido de colores, a través del sonido de unos carriyones que suavemente se deslizan como miles de campanillas revoloteando por un ambiente especialmente perfumado, pronto un berimbao suena alejándome lentamente de la sensación de estar en el mismo sitio que en el que había entrado inicialmente. Pequeños sonidos de pájaro, olas de mar en calma, de lluvia, aire… las fragancias y sensaciones, me trasladan a estar en medio de la plena naturaleza…

 Tímidamente los cantos armónicos comienzan a aflorar de entre todos los sonidos enriqueciendo los espacios vacíos, donde de pronto y sin saber como las vibraciones del Gong me envuelven pidiéndome permiso para introducirse en mi cuerpo físico. Cada vez más y más el Gong sube su frecuencia sonora hasta que la vibración se pasea por mis extremidades adentrándose en mi corazón fusionándose con sus latidos. Mi sangre removida por su impulso atraviesa todo el sistema venoso llegando a cada una de las células compuestas de agua
desde donde comprendo, que ya tan solo puedo hacer una cosa… Respiro profundamente y exhalando, suelto dejándome llevar por la propuesta de ese sonido tan lleno de matices. En momentos es como si una orquesta entera sonara al mismo tiempo o como si estuviera en el mar rodeado por millones de ballenas hablando entre si en algún lugar de un espacio inconcluso y etéreo… Pronto me doy cuenta de que estoy sumergido en un viaje en el cual, mi cuerpo no pesa y mi mente en silencio permite a mi corazón bailar libremente lejos de la realidad que lo acompañaba. No se puede decir cuanto tiempo es el que llevo fluyendo sin la necesidad de cuestionarme el porque, o el cuando, o el donde me encuentro, cuando lo que allí siento es la pura esencia de mi mismo… 


   Casi sin darme cuenta comienzo a regresar a este cuerpo acariciado por el sonido de los carriones, los pajarillos y los cantos armónicos. La toma de tierra llega en contacto del berimbao donde mis extremidades reaccionan y comienzo a moverlas. Lentamente la luz sube su intensidad y cada uno a su tiempo llegamos a este momento en el que sentimos nuestro cuerpo con una agradable sensación de haberse limpiado. Los olores se acentúan de un modo muy agradable, teniendo el tiempo necesario para ir despertando del viaje. Después las caras de todos ya no son las mismas, sus ojos están distintos. Nos sentamos a tomarnos una infusión muy agradecida y bajo el calor del arropamiento de todos los que nos encontramos allí compartimos nuestras experiencias a cada cual mas inusuales, pero verdaderas para cada uno.